lunes, 18 de abril de 2016

Recorridos paralelos entre escolaridad y tecnologías de contexto


En la actividad de esta semana la propuesta era la misma que dice el título: la propuesta era recorrer la trayectoria escolar de cada uno como alumno. Sin dudas que en la elaboración de esta línea de tiempo faltan hitos que son relevantes, pero que creo que demasiado detalle contribuiría a mayor confusión. Por mencionar alguno: el día que decidí (o que pude ver) que la docencia era lo que quería hacer, en donde quería estar... pero bueno, eso es parte de otra entrada.
Volviendo al ejercicio de recordar la escolaridad pasada aparecieron cosas con nombre, sin nombre con sobrenombre, naturalizadas, invisibilizadas, muy presentes y otras ausentes. A propósito, esta actividad se desprende de la lectura de Juana Sancho Gil y de la gran Edith Litwin. Dejo los links al final para el que guste leerlos. Las autoras nos invitan desde su escritura a pensar en torno a las tecnologías más allá del artefacto, haciendo especial hincapié en los usos de todas las tecnologías, las viejas y las nuevas, las que están y las que no, las que parecía que iban a transformar la educación e hicieron su paso casi invisible y otras que perduran por más que las critiquen, como el pizarrón y la tiza. Desde este lugar repasé mi historia personal como alumno, como estudiante, como aprendiz... y apareció el mimeógrafo en la primaria y desapareció ante la eficacia de la fotocopiadora, apareció en su singularidad mi querida Escuela Primaria Municipal 2, con sus mesas hexagonales que hacía que todo fuera colaborativo, con sus aulas temáticas donde estaba todo pero todo de esa área que íbamos a estudiar, ahí también había lugar para nuestros proyectos y para los de otros años que visitaban esa aula en tiempos organizados. Una tecnología de gestión de los espacios, de los tiempos y de los recursos que la hacían única (y que hoy sigue siendo). Recuerdo con angustia aquellas clases de computación sobre el cartón, copiando al dedillo el teclado de esa computadora que todos sabíamos que estaba en la sala de computación y que en algún momento entraríamos para trabajar con Lotus o con el Banner, nuestro preferido.
La secundaria trajo consigo otra lógica, nos pisaban los talones la Ley Federal de Educación, éramos el último año con plan viejo, los cuerpos y las subjetividades mirando al frente, y mirando la tele en casa cuando era posible. El neoliberalismo pisaba fuerte, pero nadie me ayudaba a entender qué era lo que pasaba, quizás porque todos creían que era normal. Lo que más preocupado me tenía era el individualismo creciente, cuestión que me arrojó a una innumerable cantidad de espacios de participación... y tal vez en esa invisibilización de los sujetos que tiene la universidad en sus primeros años fue lo que hizo que este cuerpo no se ajustara cómodamente a su dispositivo, alejándome de allí por unos años... el terciario me esperaba con sus puertas abiertas, yo tenía nombre y si faltaba el profesor se daba cuenta, pero también nos dictaba o nos hacía copiar de pizarrón cosas que no explicaba, fotocopias a granel y era un lujo en aquella época ir al cyber, mucho más si se te ocurría imprimir. Encontré la universidad más tarde en otra forma, con otra tecnología, con otros modos de tratar con este sujeto contemporáneo, más cerca de la duda que de la certeza.




Litwin, E. (2005) De caminos, puentes y atajos, el lugar de la tecnología en la enseñanzaConferencia inaugural II Congreso Iberoamericano de Educación y Nuevas Tecnologías. Buernos Aires, 30 de junio, 1 y 2 de julio. 
Sancho Gil, J. M. (1998), La tecnología: un modo de transformar el mundo cargado de ambivalencia, en Sancho Gil, J. (comp.) Para una tecnología crítica. Ed. Barcelona, Ed. Horsori, pág. 13-37. Disponible en: 
Sancho Gil, J. M. (2012) I Encuentro Virtual sobre TIC y Enseñanza en el Nivel Superior. Noviembre de 2012, CITEP. UBA  https://www.youtube.com/watch?v=O4cGp-3wer0

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2 comentarios:

  1. Hola Enrique!

    Recorrí tu historia personal, tus reflexiones, el contexto histórico y las tecnologías artefactuales y organizativas que fuiste mencionando... la escuela, la universidad, el instituto, la universidad repensada. Me pareció muy interesante cómo categorizás a cada espacio desde lo invisible a lo singular, a este momento de pensar juntos en un espacio que privilegia la palabra de los docentes.
    El trabajo es muy bueno y está aprobado con distinguido.

    PD: Observá que en el título quedó Exagonal en el título (de tu escuela primaria), no así en el cuerpo que está bien escrito: hexagonal.

    Saludos!
    Nos seguimos leyendo.

    Silvia

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  2. Muchas gracias Silvia por tu devolución. Fue un real placer realizar la actividad!
    Saludos

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